viernes, 29 de junio de 2012

Busca mi rostro [Ignacio del Valle]


Una potente explosión en un restaurante de un capo mafioso y las circunstancias que sitúan a Erin, una fotógrafa que cubrió el conflicto de la antigua Yugoslavia, en la zona, suponen el punto de partida de "Busca mi rostro"... En las fotos que realiza aparece un rostro olvidado... el de Viktor, a quien creía muerto.

Daniel Isay y Sailesh Mathur son dos policías de Nueva York encargados de buscar a un peligroso criminal que está haciendo "limpieza" entre las mafias que acampan por Manhattan. Entre ellas, la explosión del restaurante.

Ahora los tres tienen un objetivo: Su nombre, Viktor. Su pasado, criminal del conflicto de los Balcanes. Una búsqueda sin tregua. Una mirada al pasado. 

Ignacio del Valle consigue que rápidamente entremos en materia, sin giros de relleno ni situaciones introductorias:  Acción de inicio y un ritmo narrativo in crescendo que remata con un final -o finales- digno de mención.

Nueva York. Una explosión en un restaurante. Erin Sohr -fotógrafa- toma fotografías del tremendo suceso. Su sorpresa será mayúscula cuando en el procesado posterior de dichas capturas descubre un rostro imposible. El rostro de Viktor, un criminal de guerra serbio que había dado por muerto durante la cobertura que realizó del conflicto de los Balcanes. 

Erin, rescata sus miedos e inicia una búsqueda por su pasado que le lleva a la actual Serbia, a buscar a Viktor. A conocer su paradero. A descubrir que ha pasado con un criminal al que creía muerto 10 años atrás. A trazar las líneas de un guión que no debería de estar escrito, situación estas que le lleva a recorrer Belgrado, La Haya y Tel-Aviv.

Pero Erin no es el único hilo conductor: Daniel Isay y Sailesh Matur son dos policías de Nueva York  que, tras la explosión inicial, son informados de la situación y comienzan una investigación policial que dejará un reguero de víctimas y situaciones difíciles, arriesgadas y de gran exposición.

Tres personajes totalmente distintos, muy bien definidos y desarrollados por Ignacio del Valle que junto con unos entornos muy bien recreados hacen de esta novela un encadenamiento perpetuo hasta que no descubres el final... o finales.

Daniel, Sailesh y Erin evolucionan en la novela, conocemos sus valores, sus personalidades y sus ambientes -personales y profesionales- que nos confieren una cercanía a ellos que nos hacen sentir empatía, comportándose cada uno en función de las circunstancias propias que le tocan vivir. Tres vidas unidas en la resolución de un caso y que deberán de "luchar" también contra sus circunstancias. Historias que transcurren en paralelo buscando un nexo de unión final.

Por otro lado, tenemos el personaje de Viktor, criminal de guerra, sin escrúpulos ni miramientos de ningún tipo, asesino y representante del mal al que rápidamente sí que podemos poner rostro si hacemos una mirada retrospectiva hacia esos dirigentes que han consentido, participado y jaleado un conflicto tan reprobable como inhumano, como ha sido la guerra en la antigua Yugoslavia. Un personaje que representa el poder corrupto, las mafias, el saqueo, la destrucción.

Una novela con carácter y personalidad, que engancha y que seguro que no defraudará.

Reseña publicada previamente en "Anika entre Libros"

viernes, 22 de junio de 2012

El triunfador humilde [Bernabé Tierno]


Ángel, que ha estado los dos últimos años cuidando a su abuelo enfermo, ve como éste se va apagando y le insta, como promesa antes de morir, a instalarse en la ciudad, alejado de su hábitat natural, y aplicar todo aquello había aprendido  su lado.

"El triunfador humilde" es la historia de Ángel, que, gracias a sus valores humanos, triunfa en la vida. Pero también es la historia de quienes le rodean y cambian gracias a sus sencillos principios. Y también es la historia de Laura, una periodista que investiga el extraordinario éxito del protagonista y que termina accediendo a su corazón y descubriendo algo que ni siquiera el propio Ángel conocía.
El triunfador humilde podría ser cualquiera de nosotros, cualquiera de las personas que se proponen vencer las adversidades que se plantean en las pequeñas y grandes empresas de la vida, ya sean profesionales, familiares o personales.

He acabado de leer "El triunfador humilde" y me he quedado con la sensación de que estamos ante un conjunto de situaciones que vivimos en nuestro día a día, a las que deberíamos de aplicar el sentido común para que sean provechosas ... y que lamentablemente no lo hacemos... o al menos no lo hacemos en la frecuencia que deberíamos hacerlo.

Con la narrativa ágil que plantea Bernabé Tierno, con el hilo conductor de Ángel y su evolución, la situaciones van apareciendo una tras otra y muchas me han recordado al día a día de cualquiera de nosotros: los cambios de entorno, las adaptaciones, las relaciones personales, los conflictos laborales, el trabajo en equipo, la colaboración... elementos todos ellos que me atrevo a aplicarle tres máximas sobre los que debemos gestionarlos: el sentido común, el optimismo y el equipo.

Quizás sea excesivamente atrevido por mi parte hacer esta simplificación, pero todas las situaciones en las que nos podemos enfrentar en nuestro día a día con el objetivo de sentirnos realizados pasan, necesariamente, por aplicar estas máximas. 

Ángel, nuestro humilde triunfador, parte de un entorno rural y, por circunstancias debe trasladarse a la ciudad y aplicar la promesa de su abuelo... "cuidar de sí mismo y de los demás, aplicando lo aprendido de gentes sencillas del entorno rural... siendo grande, pero siendo humilde"

Relanzar un negocio de hostelería -aunando esfuerzos, compartiendo sacrificios y aplicando la lógica de negocio-, estabilizar la situación empresarial de una empresa de aguas -dándole importancia al equipo y normalizando las relaciones entre los miembros del mismo- son algunas de las situaciones que vamos viviendo con nuestro protagonista a lo largo de las páginas del libro... y que nos dejan interesantes reflexiones para aplicar a nuestro día a día: buscar la excelencia en nuestro trabajo tratando de dejar nuestra huella personal; ser humilde es una actitud necesaria; somos una pequeña parte de un todo; ejecuta tus tareas con máxima responsabilidad... conceptos que podemos aplicar a nuestra vida personal y/o profesional.

Por ejemplo, entender que el "NOSOTROS" es más importante que el "YO" y que todos somos necesarios para conseguir el objetivo profesional marcado por nuestra empresa, que todos somos necesarios dentro del engranaje de la misma para conseguir las metas fijadas. 

Todos son conceptos que, una vez que lees, tienen todo el sentido del mundo y vas decidido a aplicarlos... pero lo lamentable es que, como no los tenemos interiorizados como sociedad, muchos no pasan de las página de un buen libro... Y así nos va como país, aunque si aplicáramos unas grandes dosis de humildad, optimismo, trabajo en equipo y contacto con la realidad, la situación sería otra totalmente distinta. 

En el último tercio del libro, Bernabé Tierno incluye los ejemplos de algunos "triunfadores humildes", tanto internacionales como nacionales: Henry Ford, Bill Gates, Amancio Ortega o Juan Roig son algunos de los nombres que se mencionan... Están bien como ejemplo pero no como espejos que nos marquen el nivel del éxito -que siempre lo asociaremos a niveles económicos-, lo importante es que cada uno consiga SU "triunfo personal".

Reseña publicada previamente en "Anika entre Libros"

viernes, 15 de junio de 2012

El club de los pringaos [Daniel Montero]


¿Qué futuro tiene un país…
… donde un mileurista paga cinco veces más impuestos que una gran multinacional?
… que ha cogido el dinero negro para sufragar la sanidad y la educación pública sin comprobar su procedencia?
… donde casi la mitad de los impuestos se recauda de forma indiscriminada y donde Hacienda se lleva el doble de un trabajador que de las rentas de un millonario?
… que permite que sus grandes fortunas se libren de pagar impuestos para evitar que se marchen al extranjero, pero que exprime al ciudadano común?
… que sirve de paraíso fiscal para las empresas de medio mundo y donde la mitad de la inversión extranjera no paga impuestos ni genera un solo puesto de trabajo?
… donde no podemos saber quiénes son morosos con el resto de los ciudadanos?
… donde menos de cien personas cumplen condena por fraude fiscal?
… donde las grandes fortunas negocian sus sanciones con Hacienda mientras al pagano le embargan por vía ejecutiva?

Deduzco que si has llegado hasta aquí has sentido curiosidad por el libro, por estas cuestiones introductorias tan indicativas... la misma que sentí yo cuando leía estas sencillas invitaciones a la reflexión que hace Daniel Montero, autor de "El club de los pringaos"

Y es que estamos ante una mala época para dejar de fumar... hace unos días leía "Simiocracia" de Aleix Saló, un libro donde te quedas con el resumen de que estamos gobernados por unos "supuestos" ineptos... Aleix Saló los tachaba de "ineptos" pero yo difiero un poco y los veo muy aptos... pero sólo para sus intereses.

Ahora, si en lugar de mirar hacia nuestros dirigentes, ampliamos nuestro rango de visión y miramos hacia el entorno donde se mueven, el sistema económico que estos mismos políticos definen y gestionan, daremos una vuelta de tuerca: Un giro que ahoga a los que menos tienen antes la mirada hacia otro lado de la clase política.

Daniel Montero ha realizado una estupenda labor de investigación periodística, aportando datos y más datos sobre centenares de ejemplos de situaciones que son incongruentes y que escapan de toda lógica, bien es cierto que la gran mayoría de ellas amparadas en situaciones perfectamente legales y amparadas en las reglas del juego que la Hacienda española plantea, pero alejadas de lo que el sentido común dicta que es lo correcto.

Que se ajusten a las reglas del juego no significa que esas reglas sean justas, coherentes y solidarias, como debería de ser, entre otras cosas, nuestro sistema económico. Un sistema que evoluciona de forma peligrosa hacia una ruptura total, donde la clase media cada vez tiene menos poder adquisitivo y las diferencias sociales cada vez son más grandes. Y es que lo que no parece lógico es que los que tienen que pagar la fiesta sean siempre los mismos.

Quizás no se valore en su justa medida la cantidad de información que aporta Daniel Montero en "El club de los pringaos", ya que conforme van volando las páginas una tras otra, la cantidad de situaciones y datos aportados es tal que no hace sino crecer la indignación sobre como está planteado el sistema. Una narrativa ágil divida en 16 bloques temáticos, que a su vez van estructurados en pequeñas píldoras sobre situaciones reales .

Montero confirma con datos una situación que es un secreto a voces: Los que más tienen no son los que más aportan, nuestro sistema fiscal está descompensado y se mantiene gracias la llamada clase media y que, aquellas grandes empresas y capitales son los mejor tratados por Hacienda menos aportan. 

El siguiente paso sería cómo replantear el sistema y hacerlo más justo... aunque, a día de hoy, lo veo como algo lejano y casi utópico: por la apatía de nuestra sociedad y porque los que tienen que cambiar las reglas del juego carecen de interés en hacerlo. Y sé que estoy siendo injusto metiendo a todos los políticos dentro del mismo saco... que seguro que los habrá muy competentes (aunque, por desgracia, son los menos).

En fin, leed este libro, que seguro que no os dejará indiferentes... y ya sabéis "Hacienda NO somos todos... solo unos cuantos" 

Reseña publicada previamente en "Anika entre Libros"

lunes, 11 de junio de 2012

Los besos no se gastan [Raquel Martos]


Años setenta. Eva y Lucía, nuestras protagonistas, comienzan a labrar una amistad que, más de treinta años después, sigue vigente pese a que en los últimos años haya sufrido un paréntesis.
Una amistad sincera y real que no requiere de un contacto diario para mantener vivo dicho vínculo emocional.
De juegos compartidos en la calle con el resto de niños a las circunstancias actuales: Lucía es una implacable directora de recursos humanos que no sabe enamorarse. Eva es una actriz retirada atrapada en un matrimonio roto y cuya vía de escape es su hija Lola.

"Los besos no se gastan" es una de esas historias que te enganchan por servir de mecha que activa tu memoria y te hace navegar en tus recuerdos. Recuerdos más o menos lejanos pero casi siempre positivos. Recuerdos de ese amigo de la infancia con el que eras uña y carne y que el doloroso paso del tiempo ha separado y ha construido un muro casi infranqueable... 

Y digo casi porque si nos lo proponemos podemos saltarlo y volver a reconquistar nuestro recuerdo y nuestra vieja amistad... y puedo dar fe de ello por la experiencia vivida en primera persona.

Tras este pequeño inciso personal, "Los besos no se gastan" es una historia con 2 protagonistas: Eva y Lucia. Dos perfiles diferentes y dos circunstancias de vida totalmente distintas.

Eva, más pasional, más emotiva... que ha ponderado su vida de pareja por encima de su perfil profesional, volcándose en una relación de pareja que el desgaste del tiempo y la convivencia comienza de derrumbar los cimientos sobre los que se asienta dicha relación.

Lucia, más pragmática, más práctica... cuya carrera profesional está por encima de su vida familiar y convencida de que el amor no llamará a su puerta. 

Dos protagonistas, de perfiles antagónicos y de amistad profunda, intensa y sincera. Una amistad nacida hace más de 30 años y que, por circunstancias, sufre un paréntesis aunque no decae un ápice la intensidad de la misma a partir del momento del reencuentro.

La historia que nos propone Raquel Martos es de las que te activan una parte de tus recuerdos y, ciertamente, te ves reflejado en las protagonistas. No por el perfil al que responde cada una, que también puede ser, sino por ese canto a la amistad, a la convivencia, al amor -entendiéndolo no desde el sentido pasional, sino más bien afectivo-, ... ¿Quién no se acuerda en este momento de aquel amigo de la infancia con el que siempre pasabas tus mejores ratos y hace tiempo que no hablas? Sinceramente, creo que todos pondremos cara a esa persona y desearíamos que nuestra historia siguiera como empieza la de Eva y Lucía en el libro, con un reencuentro.

El libro está narrado en 2 líneas de tiempo que Raquel Martos va alternando. Unos capítulos dedicados al día a día de nuestros tiempos y otros donde se traslada al comienzo de la amistad y los hechos reseñables que acontecen con el paso de los años.

Por un lado, el HOY, el reencuentro, las circunstancias cotidianas del día a día. Un matrimonio roto por parte de Eva con una hija de por medio. Una carrera profesional que absorbe todo el tiempo por parte de Lucia y que no deja un resquicio para el amor. Una separación de pareja. Un fallecimiento y una convivencia de amistad. Un favor impagable. Pasajes todos que Raquel va hilvanando de forma perfecta por parte de las dos protagonistas, que nos van contando a la par su visión de los acontecimientos.

Por otro, el AYER, el nacimiento de un flechazo en forma de amistad intensa. Un vínculo afectivo leal, sincero y enraizado. Recuerdos del pasado para el lector.

Todo ello aderezado con abundantes diálogos que le confieren un ritmo muy interesante a la novela.

"Los besos no se gastan" es un relato de pequeñas cosas, de pequeños detalles. De poner el foco de atención en lo que realmente tiene importancia, que no son otra cosa que las personas, nuestra relaciones, nuestros amigos... y no aquello que nuestro día a día -vivido a toda prisa y sin frenos- nos indica que es importante.

Reseña publicada previamente en "Anika entre Libros"

viernes, 8 de junio de 2012

Simiocracia [Aleix Saló]


Si hay alguna palabra que se ha repetido hasta la saciedad en los últimos años esa es "CRISIS". Nuestra querida "crisis", nuestra fiel compañera, aquella que parecía que no iba a venir nunca (según palabras nuestro presidente del gobierno hace unos cuantos años) y que ahora parece lo contrario: Nos ha cogido "cariño" y parece que no se va a ir nunca (esperemos que no sea así y se vaya lo antes posible, que sabe que no es bien recibida).

Aleix Saló, mediante este libro ilustrado pone luz a las causas de la crisis, los antecedentes previos y los efectos que conlleva. Además, repasando los tres actores principales del panorama actual: la corrupción nacional (apunto de desbancar al futbol como deporte rey), la involución social (o nuestra apatía para asumir y aceptar todo) y el gobierno disfuncional (que ni sabe, ni contesta o si sabe, no contesta... en fin, un caos) 

Aleix Saló vuelve a dar en el clavo con su nueva propuesta: "Simiocracia". Un libro en el que en apenas una hora has devorado una página tras otra. No solo por lo ilustrado del mismo, que una lectura de este tipo -de las miserias en la que estamos sumidos como país- si va acompañada de humor se hace más llevadera, sino por el lenguaje y conceptos empleados, que hacen que cualquiera pueda entender porque de aquellos polvos vinieron estos lodos.

Y porque la conclusión final de Aleix Saló, de que "estamos gobernados por ineptos" sea una verdad como un templo... Aunque bien podríamos pensar que de ineptos nada y que son bien aptos.... pero únicamente para cumplir con los intereses de unos pocos, es decir, los suyos propios y los de sus afines obviando a quien les han dado el soporte para gobernar que no son otros que los ciudadanos... 

Vivir es un estado de permanente optimismo, un mundo de cuento de hadas, un sueño irreal... del cual nos hemos despertado de golpe... ¡¡¡ y el susto que nos hemos llevado es tremendo !!! o la apatía, la indiferencia, la no revelación ante abusos cometidos por nuestros dirigentes han servido de ingredientes para este guisado que, ciertamente, nos ha salido incomestible.

Sería muy fácil echarle la culpa únicamente a nuestros "queridos" dirigentes (entiéndase la ironía sobre "queridos"), pero aquí todos tenemos parte de culpa: Habrá que ver en el reparto de culpas que porción nos toca a cada uno. Seguro que aquellos que nos dirigen y "velan" por nuestros intereses tienen una gran parte de culpa, pero no nos olvidemos de los medios de televisión (por su labor idiotizante y su visión partidista de la realidad -según el medio que veas, así será la noticia-) o las personas de a pie -hipotecados- que con sueldo mileurista jugaban a la ruleta rusa con su hipoteca (no tengo constancia de ningún caso en el que el ningún banco haya puesto una pistola en la sien de ninguna persona obligándoles a contratar una hipoteca a 40 años, por un montante de 800 € mensuales, seguro de vida, de financiación, tarjetas de crédito, dos recibos domiciliados, tasación de la vivienda por el 120% -para que pueda amueblarla y, ya que estamos, cambiar de coche- y todo sobre una nómina de mileurista).

Es más un problema social y cultural. De reflexión, de mirarse el ombligo y ver que hemos hecho y porque hemos nos hemos dejado sodomizar por la situación y nos hemos comportado como simios... o como borregos, 

El libro, al igual que el video que circula por YouTube (y que también recomiendo su visionado), puede buscar el reconocimiento fácil y populista. En cierta forma es normal después del éxito de su anterior trabajo, "Españistán", pero aun así, y teniendo claro este matiz (y los errores propios de simplificar tanto, en el que se obvian muchos detalles y factores), la economía, cuando se explica bien, puede ser fácilmente entendible.

 Creo que, por mi reseña, queda claro que recomiendo la lectura de este libro...


Reseña publicada previamente en "Anika entre Libros"

lunes, 4 de junio de 2012

Frases de "El hombre de Negro" [El hormiguero 3.0]


Una reseña sobre un libro diferente, vamos a reirnos un rato, que con la que socialmente está cayendo en la mejor forma de sobrellevarlo...

El Hombre de Negro coordina la ciencia y el «Arte a lo Bestia» en El hormiguero 3.0, pero su aparición en el programa puede causar el máximo terror. Él nunca ha mostrado afecto por nadie y no se conoce su pasado ni qué esconde detrás de esas oscuras gafas. Nunca sonríe. Nunca habla. Solo las pequeñas Trancas y Barrancas se atreven a hablar de él cuando irrumpe en el plató con sus grandes pasos y su cara de perdonavidas. 

De vez en cuando se agradece encontrarte con una lectura que te haga tener una permanente sonrisa en la boca, aunque haya que invertir cierto tiempo y no te pase como al hombre de negro, que no lo lee libros: los mira fijamente hasta que consigue la información que quiere.

Y es que... ¿qué podemos esperar de un tío que corre los sanfermines en dirección contraria o que se sabe todos los decimales del número pi? Pues simplemente pasar un buen rato leyendo las ocurrencias de los espectadores sobre el personaje forjado en "El Hormiguero" y representado por Pablo Ibáñez.

Es un libro de una sesión: Lectura de inicio a fin sin pausas, cortito y entretenido. No busques más allá de reírte un rato con las geniales ocurrencias que despierte el hombre de negro,  un hombre que cuando Cristóbal Colón llegó a América le estaba esperando en un "todo incluido"... y es que el hombre de negro es así: Especial, peculiar y diferente.

Tampoco tienen desperdicio los textos introductorios de Luis Piedrahita, Juan Herrera y J.J.Vaquero, que nos dan una aproximación a la verdadera dimensión del hombre de negro , los mitos, dichos y leyendas que nunca se han conseguido probar.

Reseña publicada previamente en "Anika entre Libros"

viernes, 1 de junio de 2012

Narcolepsia [Jordi Ledesma Álvarez]


¿Es lo mismo vivir que morir despierto? Vamos de la vida al sueño y del sueño a la vida en un camino cotidiano que parece de ida y vuelta, hasta que algo pasa y ya no hay camino que andar. Hay muchas maneras de dejar de caminar, eso es lo que ha aprendido el Perla de su maestro. "Cuantas menos miradas de muerto recuerde, más tranquilo dormirá, mi hijo. Nunca mire a los ojos del hombre al que vaya a quitar la vida".

Curtido en las calles de una ciudad que ya no existe, Julio, que sufre de narcolepsia, se inicia pronto en el mundo del narcotráfico, donde no es infrecuente recurrir al asesinato y al ajuste de cuentas. Por mucho que entre sueño y sueño quiera encontrar un hueco parecido a la vida, los límites se estrechan cada vez más, y hasta la culminación de su sorprendente apuesta final andará de un sitio a otro, siempre huyendo, siempre con el miedo a quedarse dormido o a despertar con un tiro en la cabeza. 

Terminada la lectura de "Narcolepsia" quería reflexionar antes sobre el enfoque de esta reseña porque el libro tiene su miga. Y digo que tiene su miga por 3 puntos fundamentales: el hilo argumental de la historia que Jordi Ledesma nos dibuja, las descripciones de ambientes y personajes y el título.

La historia nos sitúa a Julio Perla, alias Julito el Perla, en la Barcelona pre-olímpica, antes un cambio radical en la fisonomía estructural de la ciudad por motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 y que por dichas circunstancias conoce a un joven gitano, del clan de los Heredia, que le introduce en el mundo de trapicheo, del dinero fácil. Un mundo en el que Julio comienza a sentirse cómodo a medida que el dinero ganado con la venta al menudeo de droga va prosperando y las cantidades que va ingresando le permiten vivir un nivel de vida que nunca se hubiera podido imaginar. Estar en un escalafón superior a los chavales de su edad, poder permitirse caprichos anteriormente prohibitivos, llevar una vida de exceso sin esfuerzo aparente... es algo con lo que "El Perla" se siente muy cómodo.

Pero la línea que separa el trapicheo de cotas mayores (asesinatos, narcotráfico a gran escala, ...) es muy delgada y apenas visible y una vez que estas metido en un mundo paralelo a la legalidad, parece inexorable cruzar dicha línea, aunque Julio de muestras de no sentirse seguro ni preparado para avanzar hacia esas palabras mayores que lo atrapan. Pero es un paso que realiza obligado por la circunstancias.

La historia presenta una estructura circular: Empieza y casi termina en el mismo punto, en el mismo lugar. Pero internamente tiene una evolución lógica, con una secuencia temporal a modo de biografía de Julio Perla, desde sus inicios trapicheando hacia operaciones de narcotráfico a gran escala. Esta estructura me ha gustado aunque ha habido momentos de la primera mitad donde el ritmo del libro se me ha hecho lento, me faltaban algún incentivo, alguna acción adicional que cambiara el ritmo (ciertamente en el día a día de "El Perla" le sobran algunas páginas para mi gusto).

Los personas y ambientes que recrea Jordi Ledesma están muy logrados, muy conseguidos, hacen que mil palabras valgan más que una imagen porque consigue recrearnos a la perfección personajes de perfil tan distinto como el clan de los Heredia (clan gitano que controla el narcotráfico de Barcelona y alrededores), John Claudio (narco colombiano, interesado, desconfiado, avaricioso, sin escrúpulos, con una personalidad fuerte, definida, muy seguro) o zonas como los Grises, barrio deprimido donde el clan de los Heredia tiene establecida su base de operaciones, con una fachada exterior acorde a un barrio marginal y un lujo interior que denota los beneficios que aporta el mundo de la droga.  Desde aquí felicitar al autor porque ha conseguido que mi imaginación le ponga caras y gestos a los personajes y haya dibujado los ambientes donde se mueven los mismo en base a una definición completa de los mismos.

Por último, mención especial al título, que me invita nuevamente a la reflexión porque tiene un peso excesivo en la imagen de la novela para el aporte interior que se hace del mismo. Me explico: Creo que si Julio Perla no sufriera narcolepsia la historia no cambiaría un ápice, es un detalle menor que no aparece desarrollado hasta bien avanzada la novela y que le da una personalidad a la misma equivocada. Fruto de ello es que cuando me decidí por la lectura de este libro esperaba otro enfoque de la historia donde la narcolepsia tuviera un papel mucho más importante del que tiene en esta novela. Utilizando metafóricamente el concepto de narcolepsia, sí que lo puedo asumir con esas situaciones vividas por "El Perla" de forma no deseada y en las que se sentiría mejor en un estado de sueño profundo, esos momento donde hubiera sido mejor estar en un sueño profundo que un presente real empuñando un arma y haciendo uso de ella.

Reseña publicada previamente en "Anika entre Libros"