martes, 3 de enero de 2012

laciega.com [Félix Teira]


Agitado. Terminado. Liberado... Así me siento después de leer la página 419 y última de "laciega.com"

Me siento hasta cansado y es que Félix Teira nos sube en un ritmo narrativo del que es difícil bajarse. Cada palabra es un fotograma en tu imaginación. Cada frase es una acción. Me gusta.

Bien es cierto que me costó coger ese ritmo (y lo confieso, tuve mis dudas), pero una vez alcanzado el punto de inflexión en el que los acontecimientos van sucediéndose sin remisión, ya no puedes parar de leer... y eso siempre es una buena señal para un libro.

Porque la historia puede ser buena pero estar mal contada. O puede que no sea el momento de esa lectura. Pero no era el caso, ni de lo uno ni de lo otro.

¿Y la historia? Pues un espejo para muchos. Jóvenes, treinta y tantos, formados académicamente (una o varias carreras y algún máster que otro se da por descontado), con fortuna laboral por un entorno favorable pero inmaduros en el noble arte del sacrificio.

Y es que la vida puede cambiar de un día para otro: Lo que hoy consideramos seguro y para toda la vida, mañana puede quedar en nada... Y hay que saber sufrir. Y saber sacrificarse. Y sobre todo, saber adaptarse a las circunstancias.

Y esto es lo que le pasa a nuestra protagonista (Marga) cuando su marido, un brillante ingeniero pasa a engordar una lista de la que lamentablemente somos los reyes en nuestro país: El paro. ¿Qué os decía del espejo? ¿Quién no tiene un ejemplo cercano en su entorno?

¿Cuál es la respuesta a esta nueva situación de nuestra protagonista? La falta de adaptación a sus nuevas circunstancias, a su nuevo status, le hace introducirse en un mundo en el que nunca debió entrar, que provocará grandes cambios en su vida, en su familia y su entorno más cercano.

Mentiras, infidelidades, chantajes, codicia, excesos y alcohol serán algunos de los peajes por los que pasar.

Y me gustaría contaros más, pero no debo. 419 páginas tienen la respuesta.

Narrativa Española
Páginas: 419

lunes, 2 de enero de 2012

La llave de Sarah [Tatiana de Rosnay]


Preciosa novela histórica. Ese podría ser la frase con la que definir “La llave de Sarah”.

Dos historias narradas de forma paralela que van irremediablemente van confluyendo en una única trama.

París, julio de 1942. Redada de Vel d’Hiv. Miles de judíos son arrestados por los gendarmes franceses y encerrados en un velódromo cerda de la Torre Eiffel. Tras unos días de sufrimiento inhumano, donde el tratamiento que reciben no llega al mínimo exigible para una persona, son trasladados a los campos de concentración de Auschwitz, donde finalmente son asesinados.  Para añadirle más dolor previo, las familias son cruelmente separadas.

Ante la llegada de los nazis, Michel, un niño pequeño, se esconde en un armario y Sarah, su hermana mayor, de diez años, le encierra para protegerle y se guarda la llave, pensando que regresará en unas horas. Sin embargo es brutalmente arrestada con su familia por la policía francesa.

París, mayo de 2002. En el 60ª aniversario de la Vel d’Hiv, a Julia Jarmond (periodista norteamericana afincada en Paris) le encargan escribir sobre este asunto tan sensible para una revista americana con sede en París. En un principio algo aturdida por su propia ignorancia sobre el tema y por el silencio que envuelve todos estos acontecimientos en Francia, a través de su investigación consigue descubrir la terrible y traumática experiencia de Sarah.

Necesariamente las dos historias confluyen en una sola, siendo especialmente emotivo el momento de la narración de la misma, cuando con una perspectiva de 60 años de diferencia los hechos van siendo narrados por dos de los protagonistas de la historia.

El libro presenta 2 partes claramente diferenciadas:
  • Una primera, donde la historia es deliciosamente contada con saltos narrativos temporales, alternando capítulos narrados en 1942 (donde reflejan el dolor de la situación vivida en los arrestos, la incomprensión de los mismos, la separación de la familia, la madurez que llega cuando no debía haber llegado…) y los que Julia nos cuenta sobre sus investigaciones en 2002 (el desconocimiento de la historia por parte del pueblo francés, la escasa repercusión social de un acontecimiento de tal calibre, la falta de asumir responsabilidades históricas por parte del pueblo francés que, en cierto modo, no se siente responsable de lo que ocurrió: la culpa fue los nazis).
  • La segunda, tras la confluencia de las dos historias, cuando las pesquisas llevadas a cabo por Julia Jarmond tratan de restañar el dolor creado, de saldar deudas emocionales y ser fiel a la verdad de los hechos ocurridos.

La narrativa ambientada en 1942 tiene un gancho de unión con el lector espectacular, al menos en mi caso, ya que han conseguido que mi imaginación vuele al Paris de principios de los 40, el campo de concentración, las calamidades vividas por los personajes, la desazón, la necesidad de escapar, las escasas ayudas recibidas…

Muchos valores paralelos acompañan la narrativa: el afán de conseguir un objetivo a pesar de las dificultades que se encuentran en el camino (Sarah recuperar a su hermano, Julia reconstruir la historia de Sarah), las relaciones familiares, las relaciones de pareja, el miedo a envejecer… pero son cosas que os dejo para que descubráis en la novela.

En conclusión, estamos ante una lectura ágil y amena, con una prosa sencilla, narrada en capítulos cortos que hacen que volquemos nuestra atención de forma permanente. Además, los giros que va realizando la autora cuando va agotando pasajes están perfectamente conseguidos.

Narrativa Histórica
Páginas: 400