Jacobo ha decidido poner fin a su vida. Los fuertes dolores que sufre y una paraplejia debida a un accidente de tráfico son motivos suficientes para acabar con una vida que no alcanza un mínimo de dignidad. Acompañado por su hermano Pablo realizan un viaje hacia un lugar donde poder poner punto final a sus días de sufrimiento.
En Nueva York, David y Sara (padres de Jacobo y Pablo) aguardan la noticia del desenlace final, viendo pasar los minutos de forma inexorable y deseando que la decisión inicialmente tomada por su hijo cambie de rumbo.
20 años después, la vida ha cambiado para David. La soledad ha llamado a su puerta y sus días parecen ir consumiéndose y es cuando repasa los momentos vividos con la decisión tomada por Jacobo y el devenir de sus últimos años.
Buscando la palabra que mejor defina este relato me vienen muchas a la cabeza, y quizás sea pretencioso por mi parte tratar de definirla con una sola, porque muchas podrían encajar en esa definición... pero me voy a quedar con una, con "marabillosa". Si. Está escrito con "b" de forma deliberada y el que acabe la lectura de esta obra de Tomás González entenderá el porqué.
"La luz difícil" es un relato duro. Enfrentarse a la posible eutanasia de un hijo nunca debe ser tarea fácil, aunque puedas llegar a entender que es la mejor solución para finalizar una vida que no tiene un mínimo de dignidad. Las dudas que asaltan sobre la toma de decisiones trascendentales están plenamente justificadas y una decisión de ese calado requiere grandes dosis de reflexión.
En un relato sencillo, cercano y familiar... o como vivir esas últimas horas, que parecen eternas y que nunca terminan de llegar. Es un reloj de arena que avanza poco a poco, de forma imperceptible pero eficaz. Una decisión que debes de aceptar.
Es un relato de esfuerzo, de tesón, de ayuda, de dar lo máximo por un ser querido, como nos representa Pablo -hermano de Jacobo-.
Es también una historia de amor, como la vivida por David y Sara -padres de Jacobo- y unidos en el posible desenlace de su hijo y como, tras una larga vida juntos cargadas de momentos, la presencia de esta última golpea en el recuerdo de nuestro narrador (David), cada vez que vuelve a su memoria años después de su muerte.
"La luz difícil" está contado en dos planos temporales, separados por 20 años de diferencia y ambos desde el prisma de David, que los va entrelazando con una prosa sencilla pero cercana: Por un lado narrando con resignación los últimos días de Jacobo. Por otro, recordando los que seguramente serán los últimos pasos de su camino, cuando una enfermedad está apagando su visión y siente que su vida se está consumiendo lentamente y está llegando a su fin.
Un lectura emotiva, cercana y ligera... ya que las 133 páginas se hacen cortas cuando estás dentro de una historia que te atrapa y que no te deja escapar.
Reseña publicada previamente en "Anika entre Libros"