Nueva novela de Alberto Vazquez-Figueroa que, como suele ser habitual en él, presente unas características claramente definidas.
Por un lado el uso de un estilo sencillo, de fácil lectura, donde continuamente están pasando cosas. Con su habitual facilidad para describir personajes y ambientes.
Por otro lado, la denuncia. En este caso, nos ofrece una visión de la Iglesia alejada del ideal cristiano: Nos muestra a "purpurados" corruptos, colaboradores con el régimen nazi, ...
Asimismo, ese componente de denuncia social donde el uso y abuso de algunos elementos en manos de pobre solo beneficio a unos pocos (muy ricos).
Que sea seguidor habitual de las lecturas de Vazquez-Figueroa puede hacer que esta opinión esté un poco sesgada, pero yo recomiendo su lectura.
Sinopsis:
Pero Irina y el cardenal no son los únicos interesados, y la protagonista, que contará con la ayuda de una amiga muy especial, tendrá que poner en riesgo su vida para encontrar una forma de energía que podría cambiar el rumbo de la humanidad.