Al ordenar las hojas, Isabel no pudo por menos que reparar en su contenido. Cerró la puerta del despacho y las leyó a fondo. Se asustó: lo que tenía entre las manos era el plan de una conspiración para apoderarse del Estado.
La casualidad convierte a Isabel, la secretaria del banquero más importante del país, en la heroína que pone en marcha la red de resistencia que se enfrentará a los poderosos de este mundo: políticos corruptos manejados por banqueros al servicio de oscuros intereses dispuestos a vender España al mejor postor.
Una España que no es exactamente la que vivimos, pero que se parece en todo, es el tablero donde se juega esta apasionante partida
Primera incursión de Díaz Yanes en su faceta de escritor y en mi opinión, el resultado es bastante satisfactorio. No me extrañaría el salto a la gran pantalla de esta novela porque creo que tiene gancho, un ritmo interesante y un dosis de realidad que asusta.
Decía Agustín Díaz Yanes (en uno de los bocados literarios recientemente publicados en esta web) que no sabía por qué podría gustar la novela, pero que creía que -en caso de hacerlo- estaría por esa dosis de realidad de la que viene cargada.... Y, después de devorar las páginas de "Simpatía por el diablo", coincido plenamente con Díaz Yanes.
"Simpatía por el diablo" es un reflejo de la realidad. Y es triste pensar que aquello que podría ser fruto de la imaginación de un escritor tiene unos grandes paralelismos con la situación actual de nuestro país, donde el poder reside en unos pocos que, además, dominan desde la sombra.
Unos políticos corruptos cuyo único fin es conseguir un retiro dorado, unos banqueros ansiados de más y más poder y unos mercados que gestionan los destinos de un país según su plan estratégico, en el que el bien de mucho no está considerado y solo unos tienen derecho al disfrute.
Leyendo las páginas de "Simpatía por el diablo", a veces te da la sensación de que Díaz Yanes está describiendo nuestra realidad social e incluso se está quedando corto. No hay más que leer la prensa a diario para ver que muchas de las situaciones de corrupción de nuestro día a día podrían tener cabida en la línea que Díaz Yanes traza en "Simpatía por el diablo".
Además, como ejercicio divertido, propongo al lector: El director del Banco Hispania, la presidenta títere del gobierno, los subordinados de turno, los representantes de la oposición... No hay una equivalencia uno a uno, pero si cambiamos los nombres de nuestros personajes por algunos de nuestra sociedad actual, no nos desviamos de la trama... Y eso es, ciertamente, triste. Triste porque como sociedad no nos merecemos unos dirigentes tan diligentes con sus intereses -que normalmente no coinciden con los intereses generales-
La trama de "Simpatía por el diablo" comienza de forma de forma interesante: una casualidad, una documentación comprometida, un banquero con unos intereses muy concretos... pero va avanzando y complicándose por momentos, con muchos intereses en juego y donde las cosas no se pueden dar por sentadas y aquello que parece blanco puede ser negro. Intereses partidistas, presiones a jueces e investigadores, corrupción por doquier... en fin, que lo tiene todo.
Reseña publicada previamente en "Anika entre Libros"
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